En el marco del Día Internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas, altos representantes de la Unión Europea han alzado la voz contra la creciente violencia que enfrenta la prensa en diferentes partes del mundo.
Una cifra alarmante de víctimas en Gaza
Josep Borrell, responsable de la diplomacia europea, junto con Vera Jourová, vicepresidenta de la Comisión Europea encargada de los Valores y la Transparencia, expresaron su profunda preocupación por el alto costo que pagan los periodistas en conflictos armados. Destacaron especialmente el número sin precedentes de profesionales de la comunicación fallecidos durante los ataques en Gaza, lo que consideran un claro ejemplo del riesgo extremo que corren por cumplir con su labor informativa.
Un año devastador para la prensa
Los datos son contundentes: en 2023 se registraron 71 asesinatos de periodistas y trabajadores de medios, además de más de 300 encarcelamientos en todo el mundo. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, señaló que solo en lo que va de 2024 ya han muerto 61 periodistas, y enfatizó que los comunicadores palestinos están particularmente expuestos y necesitan una mayor protección.
Periodismo bajo amenaza en múltiples regiones
Borrell y Jourová también hicieron hincapié en la situación en Ucrania, donde los periodistas continúan siendo víctimas de agresiones, hostigamiento y detenciones por parte de fuerzas rusas y prorrusas. Casos similares se presentan en países como Líbano, Birmania y Yemen, donde los profesionales intentan informar sobre las consecuencias humanitarias de los conflictos, a pesar del peligro.
Un llamado firme a la acción
Desde Bruselas, la Unión Europea reiteró su firme rechazo a cualquier forma de ataque contra la libertad de prensa. En su declaración, insistieron en la necesidad de implementar medidas urgentes y efectivas para garantizar la seguridad de los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación.
Finalmente, recordaron que el Derecho Internacional Humanitario reconoce a los periodistas como civiles que deben ser protegidos en todo momento, y subrayaron que cualquier agresión intencionada en su contra constituye un crimen de guerra.