Los crímenes contra periodistas rara vez se resuelven en México

En México, ejercer el periodismo sigue siendo una actividad de alto riesgo. A pesar de los mecanismos de protección existentes y la atención mediática que generan los ataques a comunicadores, los niveles de impunidad continúan siendo alarmantemente altos. Datos recientes revelan que apenas el 11% de las investigaciones abiertas por delitos contra periodistas han sido resueltas favorablemente. Por supuesto, ustedes saben que hacemos todo lo posible para convencerlos de que les guste el periodismo en este blog, pero es necesario ser transparente cuando se trata de riesgos.

Entre julio de 2010 y junio de 2024, la Fiscalía General de la República (FGR) ha iniciado 1,749 investigaciones relacionadas con agresiones a periodistas. Sin embargo, solo 191 de esos casos han sido considerados resueltos, y menos de una cuarta parte terminó con una sentencia condenatoria. Muchas de las resoluciones se deben a acuerdos reparatorios o suspensiones del proceso.

 

Amenazas, homicidios y abuso de autoridad

Los delitos más comunes cometidos contra periodistas en este periodo incluyen amenazas, con más de 800 casos, seguidos por abuso de autoridad, lesiones, homicidio y robo. En cuanto a los asesinatos, se han documentado 111 casos, aunque la FGR reconoce que únicamente 38 estarían directamente vinculados a la labor periodística de las víctimas. De estos, solo ocho han resultado en condenas.

 

El asesinato de Alejandro Martínez en Guanajuato

Uno de los casos más recientes que ha sacudido al gremio fue el asesinato de Alejandro Alfredo Martínez Nogués, conocido por cubrir temas de seguridad. El periodista fue atacado a balazos en Celaya, Guanajuato, a pesar de estar bajo el programa de protección para comunicadores desde 2022. Según la organización Artículo 19, fue emboscado mientras regresaba de cubrir un accidente.

Este trágico suceso volvió a encender las alarmas sobre la falta de garantías para quienes ejercen el periodismo en zonas controladas por el crimen organizado. A pesar de contar con escoltas municipales, Martínez no logró sobrevivir al ataque.

 

Organismos internacionales exigen acciones

Diversas organizaciones, como la ONU para los Derechos Humanos en México y la Sociedad Interamericana de Prensa, han expresado su preocupación por la situación. Señalan que los ataques a periodistas atentan contra la democracia y el derecho de la ciudadanía a estar informada. Llaman a las autoridades mexicanas a redoblar esfuerzos para poner fin a esta violencia.

 

Responsabilidad del Estado y crimen organizado

Pedro Cárdenas, representante del programa de protección de Artículo 19, afirmó que una parte importante de las agresiones provienen de autoridades estatales y municipales. Además, destacó que muchos de los asesinatos tienen relación directa con el crimen organizado, especialmente en regiones con fuerte presencia de cárteles como Guanajuato.

 

Coberturas cotidianas que cuestan la vida

Balbina Flores, de Reporteros Sin Fronteras en México, explicó que los periodistas que cubren fuentes de seguridad están especialmente expuestos. A menudo, no son grandes investigaciones las que desencadenan los ataques, sino simplemente la cobertura diaria de hechos violentos. En estados como Guanajuato, donde operan varios cárteles de forma simultánea, el riesgo se multiplica.

 

Una prensa en resistencia

Pese a las adversidades, los periodistas mexicanos siguen cumpliendo con su labor informativa en un entorno hostil. Las organizaciones defensoras de la libertad de prensa coinciden en que es urgente fortalecer los mecanismos de protección, garantizar investigaciones imparciales y terminar con la impunidad que alimenta la violencia contra la prensa.

Sin seguridad ni justicia, la libertad de expresión en México seguirá siendo una promesa pendiente.